juego al contragolpe permitieron soñar. Antes de que el sueño se concretara, el conjunto de Pep Guardiola estuvo cerca del gol.
En el minuto 7, el conjunto blaugrana comenzó a demostrar sus intenciones con una acción por la banda derecha en la que Pedro, al llegar a la línea de fondo, centró para Messi, pero Chico estuvo más rápido y despejó el balón.
La solidaridad rojiblanca surtió efecto en el minuto 11. El Almería forzó un saque de esquina, el primero del partido, y Bernardello lo puso en la cabeza de Domingo Cisma que cabeceó entre Ibrahimovic y Puyol, ganándole la posición a Touré Yayá, para poner el balón en el fondo de las mallas.
A partir de ese momento, el conjunto blaugrana gozó de las ocasiones, el Almería en su sitio, esperaba la ocasión para sentenciar al contragolpe, pero sin espacios para buscar la espalda a una defensa más poblada de lo habitual y de lo esperado si se atiende a las creencias futbolísticas de Juan Manuel Lillo.
Los rojiblancos hacían bien las cosas y al Barcelona le llegó la ocasión a balón parado. Era el minuto 20 y la falta en la frontal la lanzó Xavi para el lucimiento de Diego Alves, que comenzaba a ser la pesadilla blaugrana, completando un excelente encuentro.
Respondió el Almería, en el 22, pero Víctor Valdés se interpuso entre el Barcelona y las intenciones de Guilherme, cuyo disparo lo despejó y Puyol se adelantó a la entrada de Piatti.
A partir de ahí, los almerienses perdieron un poco la concentración y eso lo aprovechó el Barcelona para ganar metros y gozar de un buen número de ocasiones de Ibrahimovic, por dos veces, y Pedro. El primero fue objeto de un penal por falta de Juanma Ortiz y en la falta que no fue Messi marcó un golazo que supuso el empate.
En la segunda parte, el Almería mantuvo su trabajo defensivo y en ataque también tuvo sus ocasiones, siempre basadas en el futbol al contragolpe. En uno de ellos, en el minuto 54, Puyol marcó en propia meta tras un centro de Guilherme y, curiosamente, comenzó a pasar apuros, más aún cuando Ibrahimovic se fue expulsado por una supuesta agresión a Domingo Cisma.
Messi se echó el equipo a la espalda y con un futbol de más corazón que de cabeza, comenzó a buscar el empate. Éste llegó en un fallo almeriense. En el minuto 66, Pedro
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